Durante mucho tiempo, la inteligencia artificial fue vista como una promesa tecnológica lejana o un experimento reservado a gigantes de la industria. Hoy, sin embargo, su impacto es tangible y profundo: está transformando la forma en que trabajamos, impulsando la productividad, abriendo caminos a la innovación y redefiniendo la experiencia del cliente.
Los números lo confirman. Según McKinsey & Company, el 73% de las empresas afirma estar implementando iniciativas de IA. Pero el entusiasmo no siempre se traduce en resultados: un estudio del MIT (The Gen AI Divide) revela que solo el 5% de ellas logra obtener beneficios medibles. La brecha es evidente: un 60% permanece en la fase de experimentación, un 20% avanza a pilotos y apenas un 15% consigue llevar sus desarrollos a producción.
En Dimacofi podemos decir con orgullo que formamos parte de ese reducido grupo que ya está capturando valor real. La IA no es un proyecto paralelo, sino un habilitador estratégico en nuestro modelo de negocio. Hoy utilizamos agentes automáticos para optimizar procesos internos, lo que se traduce en mayor eficiencia operativa y una mejor propuesta de valor para nuestros clientes. Además, hemos incorporado soluciones como robots y kioskos de autoatención, que se enmarcan en esta transformación digital y en las que subyacen elementos de IA.
No obstante, el avance tecnológico viene acompañado de nuevos desafíos, especialmente en materia de seguridad de la información y protección de datos. Sabemos que la confianza es un pilar fundamental en cualquier proceso de innovación, y por ello hemos fortalecido de manera decidida nuestras prácticas en este ámbito. Este compromiso se refleja en nuestra certificación ISO 27001:2022, un estándar internacional que avala nuestros más altos niveles de seguridad y que, en su versión más reciente, solo un número muy limitado de empresas de servicios en Chile posee.
El camino hacia una adopción plena y efectiva de la inteligencia artificial no es sencillo ni inmediato. Requiere estrategia, inversión, cambio cultural y, sobre todo, visión de largo plazo. Como señaló Eric Schmidt, ex CEO de Google, “esto es una maratón, no una carrera de velocidad”. En Dimacofi estamos decididos a recorrerla. Creemos que la IA no solo está reconfigurando el mundo del trabajo, sino también el valor que las empresas podemos ofrecer.
